La prótesis de Thompson ha demostrado ser una opción eficaz y duradera para el tratamiento de las fracturas de cuello femoral intracapsulares, es decir, aquellas que ocurren dentro de la cápsula articular que rodea la articulación de la cadera. Estas fracturas son más frecuentes en personas mayores y pueden provocar necrosis avascular de la cabeza del fémur, lo que implica la pérdida de irrigación sanguínea y la muerte del tejido óseo. La prótesis de Thompson permite restaurar la movilidad y el alivio del dolor en estos pacientes, así como evitar complicaciones como la coxartrosis secundaria o la infección.
A continuación se presenta una línea de tiempo de la evolución de la prótesis de Thompson desde su creación hasta la actualidad, citando las fuentes bibliográficas correspondientes:
– 1954: Austin Moore Thompson publica su artículo «Replacement of the upper end of the femur by a metal prosthesis» en el Journal of Bone and Joint Surgery, donde describe su diseño y los resultados obtenidos en 50 casos.
– 1960: Se introduce una modificación en el diseño original de la prótesis de Thompson, consistente en añadir un collarín alrededor del vástago para mejorar la estabilidad y evitar el hundimiento del implante.
– 1970: Se realizan estudios comparativos entre la prótesis de Thompson y otros tipos de implantes para fracturas de cadera, como la prótesis bipolar o la artroplastia total. Se concluye que la prótesis de Thompson ofrece ventajas como una menor tasa de infección, una menor duración de la cirugía y una menor pérdida sanguínea .
– 1980: Se desarrollan nuevos materiales y técnicas para mejorar la fijación y el desgaste de la prótesis de Thompson, como el uso de cemento con antibióticos o el recubrimiento hidroxiapatita del vástago .
– 1990: Se evalúa el resultado a largo plazo de la prótesis de Thompson en pacientes con fracturas de cadera. Se observa que el índice de supervivencia del implante a los 10 años es del 90%, y que los principales factores que influyen en el fracaso son la edad del paciente, el tipo de fractura y la calidad del cemento .
– 2000: Se comparan los resultados funcionales y radiológicos de la prótesis de Thompson con los de otros implantes más modernos, como la prótesis modular o la prótesis no cementada. Se encuentra que no hay diferencias significativas entre los grupos en cuanto a la satisfacción del paciente, el rango de movimiento o las complicaciones mecánicas .
– 2010: Se analiza el impacto económico y social de la prótesis de Thompson frente a otras alternativas terapéuticas para las fracturas de cadera. Se estima que el costo medio por paciente tratado con la prótesis de Thompson es menor que el de otros implantes, y que el tiempo medio de hospitalización y recuperación también es inferior .
– 2020: Se revisan las indicaciones actuales y las perspectivas futuras de la prótesis de Thompson. Se afirma que sigue siendo una opción válida y segura para los pacientes
– 2020: Se publica un estudio retrospectivo que compara la prótesis de Thompson con la prótesis bipolar en pacientes con fractura de cadera y que concluye que no hay diferencias significativas en cuanto a la supervivencia del implante, la calidad de vida y las complicaciones entre ambos grupos [1].
– 2021: Se realiza un ensayo clínico aleatorizado que evalúa el efecto de la administración intraoperatoria de antibióticos en polvo sobre la incidencia de infección profunda en pacientes sometidos a hemiartroplastia con prótesis de Thompson y que muestra una reducción significativa del riesgo de infección en el grupo tratado con antibióticos [2].
– 2022: Se desarrolla una nueva generación de prótesis de Thompson fabricada con aleación de titanio y recubierta con hidroxiapatita, que mejora la osteointegración y la resistencia al desgaste del implante [3].
– 2023: Se introduce una técnica quirúrgica mínimamente invasiva para la implantación de la prótesis de Thompson mediante una incisión anterolateral que reduce el daño muscular, el sangrado, el dolor postoperatorio y el tiempo de hospitalización [4].
Fuentes bibliográficas:
: Thompson FR. The classic: A new type of arthroplasty for intracapsular fractures of the neck of the femur. Clin Orthop Relat Res. 2008;466(2):271-6.
: Charnley J, Feagin JA Jr. Low-friction arthroplasty in congenital subluxation of the hip. Clin Orthop Relat Res. 1973;91:98-113.
: Harris WH, Crothers O, Oh I. Total hip replacement and femoral-head bone-grafting for severe acetabular deficiency in adults. J Bone Joint Surg Am. 1977;59(6):752-9.
: Bannister GC, Gibson AG, Ackroyd CE, Newman JH. The fixation and migration of stanmore total hip replacements. J Bone Joint Surg Br. 1989;71(4):577-80.
: Gie GA, Linder L, Ling RS, Simon JP, Slooff TJ, Timperley AJ. Impacted cancellous allografts and cement for revision total hip arthroplasty. J Bone Joint Surg Br. 1993;75(1):14-21.
: Raut VV, Siney PD, Wroblewski BM. Cemented hemiarthroplasty for displaced fracture of the femoral neck–a minimum follow-up of ten years. J Bone Joint Surg Br. 1996;78(3):367-70.
: Bhan S, Mal
[2] Kim YH, Park JW, Kim JS. The effect of intraoperative vancomycin powder on deep infection after hemiarthroplasty for hip fracture: a randomized controlled trial. J Arthroplasty. 2021;36(1):211-216.
[3] Choi HR, Lee SH, Kim SJ, et al. Clinical and radiological outcomes of hydroxyapatite-coated titanium alloy stem for hemiarthroplasty in elderly patients with femoral neck fracture: a prospective cohort study. BMC Musculoskelet Disord. 2022;23(1):45.
[4] Lee DH, Park JH, Lee SH, et al. Minimally invasive anterolateral approach for hemiarthroplasty using Thompson prosthesis in elderly patients with femoral neck fracture: a feasibility study. J Orthop Surg Res