Si bien se espera que la mayoría de los pacientes sometidos a artroplastia total de articulación (TJA) tengan resultados positivos, casi el 80% de ellos experimentan dolor posoperatorio de moderado a intenso [1]. El control inadecuado del dolor se asocia con peores resultados, estancias hospitalarias más prolongadas y menor satisfacción del paciente [1,2]. Los opioides, la anestesia epidural y los bloqueos nerviosos se utilizan comúnmente para el tratamiento del dolor en pacientes con TJA. Sin embargo, el aumento del uso de opioides a menudo provoca náuseas y vómitos posoperatorios (NVPO) [3,4]. Esto se ve agravado aún más por los medicamentos anestésicos, la deshidratación y la falta de ingesta oral. Por lo tanto, para mejorar el control del dolor y reducir las NVPO, se han adoptado estrategias multimodales de manejo del dolor. La dexametasona, un glucocorticoide con propiedades antieméticas y antianalgésicas, se utiliza a menudo para controlar las NVPO y el dolor [[5], [6], [7]]. Sin embargo, existen preocupaciones sobre los posibles efectos adversos de la hiperglucemia inducida por la dexametasona, en particular su impacto en los resultados posoperatorios y los riesgos asociados tanto para los pacientes diabéticos como para los no diabéticos [5,8,9].
Como la evidencia sobre la asociación entre la administración de dexametasona, la hiperglucemia posoperatoria y las complicaciones es limitada y no concluyente [8,[10], [11], [12]], es necesario investigar más a fondo esta relación. Además, estudios recientes sugieren que los niveles de glucosa posoperatoria pueden no ser el predictor más preciso del riesgo de infección en pacientes sometidos a AET y que la variabilidad o fluctuaciones de la glucosa pueden ser un predictor más preciso [13,14]. Como representa variaciones en los valores de glucosa sérica en relación con la media, la variabilidad de la glucosa se considera un indicador independiente del control glucémico. En otras palabras, los pacientes con niveles medios de glucosa normales pueden experimentar fluctuaciones significativas en los niveles de glucosa a lo largo del día. En consecuencia, investigamos el efecto de la dexametasona sobre la variación de la glucosa posoperatoria. Nuestro estudio tuvo como objetivo determinar el efecto de la administración perioperatoria de dexametasona sobre los niveles de glucosa posoperatorios, las tasas de infección, la duración de la estancia hospitalaria y otras complicaciones en pacientes con AET diabéticos y no diabéticos.
Do your pts receive dexamethasone before TJA? This study from @LoyolaOrthoRes @LoyolaHealth investigated its effects on glucose control in diabetic and nondiabetic pts. #orthotwitter @bellkneesurgeon @AlexisGaskin32 @_AndyHarrisMD @jsanzreighttps://t.co/y52PhZaAHD pic.twitter.com/9CEN5p0QWS
— Arthroplasty Today (@ArthroToday) January 1, 2024
La dexametasona es un medicamento perioperatorio de uso común para el tratamiento de las náuseas y los vómitos posoperatorios después de una artroplastia total de la articulación (TJA). Sin embargo, han surgido preocupaciones sobre su potencial para causar hiperglucemia. Este estudio tuvo como objetivo investigar el impacto de la administración de dexametasona sobre los niveles de glucosa y las complicaciones en pacientes diabéticos y no diabéticos sometidos a TJA.
Conclusiones
La administración preoperatoria de dexametasona es un método seguro y eficaz para prevenir las náuseas y los vómitos posoperatorios en pacientes sometidos a TJA sin efectos adversos significativos sobre los niveles de glucosa, la variabilidad de la glucosa o las tasas de infección tanto en diabéticos como en no diabéticos. La dexametasona preoperatoria disminuye la duración de la estancia hospitalaria posoperatoria.
Denyer S, Ramini A, Eikani C, Murphy MP, Brown N. Effect of Preoperative Corticosteroids on Postoperative Glucose Control in Total Joint Arthroplasty. Arthroplast Today. 2023 Nov 21;24:101238. doi: 10.1016/j.artd.2023.101238. PMID: 38077928; PMCID: PMC10700152.